Hasta ahora, pensaba que cualquier persona incluso los más desprovistos de educación o instrucción eran más o menos conscientes de que somos parte de un entorno.
¿Acaso los seres humanos somos tan grandiosos como para sentir una orgullosa desconexión de nuestro medio? No me cabe duda que somos maravillosos y que nos han dado grandes regalos como la conciencia, pero se nos sigue desbandando la soberbia y la egolatría.
Cuando seamos capaces de comprender como humanidad que todo cuanto existe está conectado y nos afectamos unos a otros, no sólo a nivel social o medioambiental, sino incluso cósmico, seremos seres humanos bellamente grandiosos, inmensamente inteligentes, amorosos y compasivos, conscientes de nuestra tarea, agradecidos y respetuosos de todo ser que habita este mismo hogar.
