jueves, 28 de julio de 2011

SER DIFERENTE


Por estos días falleció la famosa cantante Amy Winehouse, de sólo 27 años, probablemente por efecto de su última juerga entre alcohol y drogas. Tenía una voz muy especial (ni hablar de su apariencia) que recordaba el soul y las maravillas de la llamada música negra.
Sólo conocía sus temas más populares, pero sentí mucha su muerte a tan temprana edad, pues, ¡de muestra un botón!, pensé. Es una más que ha sucumbido ante el sistema reinante, donde hay tantos que no encajan, quizás más de lo que uno se imagina.

No es necesario ser un famoso artista o científico para no encajar o ser diferente. No es necesario ser aquel que apaga su Ser bajo los efectos de los excesos. Habemos muchos de apariencia normal, que a punta de caídas, hemos aprendido más o menos a caminar entre lo establecido y lo que se ve bien o es aceptado y a mantener firme nuestro libre pensamiento y la búsqueda de nuevas y mejores formas.

Aún así estos seres, desde los que perdieron el camino completamente a los que se amigan aparentemente con el sistema para sobrevivir esbozando una sonrisa, sufren los tantos efectos de no ser un robot más, cumpliendo con el sueño americano de estudiar, trabajar y sólo tener, tener y más tener cosas.

Somos todos hijos/as de Dios, con el mismo potencial divino, pero nos educan con ideas que no han nacido de nuestra alma. “Tienes que ir a la universidad o no tendrás futuro”, “ni se te ocurra ser taxista, porque me daría vergüenza”, “los artistas están todos locos o son puros drogadictos”, “éxito=mucho mucho dinero”…y ahí se pierden los potenciales de tantos bellos seres.

Afortunadamente, sí hay personas que se atreven a ser diferentes. Al menos elogio a aquellos que son genuinos, a los que les sale del alma.

Una vez conocí un ingeniero que eligió un trabajo donde le pagaban bastante menos que en una gran empresa donde había postulado (aunque igual iba a tener un buen pasar, si no se trata de vivir carencias), pero sabía que iba a hacer lo que más le gustaba y que iba a tener más posibilidades de vivir tranquilo y de ocuparse de su familia (pudiendo haber ganado una millonada). Todavía lo estoy aplaudiendo y me hace feliz pensar que hay personas que se atreven a seguir su corazón, ¡ése es el exitoso!, el que no sigue a la masa que deambula adormilada queriendo vivir una vida de ilusiones.

Eso sí, a mi parecer al menos, no importa cuán diferentes seamos, cuánto podamos aceptar o ir contra de lo establecido, estos son tiempos que nos llaman respetar y tolerar, empezar a borrar la costumbre de etiquetarnos, buscar la armonía en y entre los grupos, a vernos como iguales: IN LAK’ESH, yo soy tú (saludo maya).

Aclaración: yo no he dicho que sea fácil :o)

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